lunes, 27 de junio de 2011

sueñosrotos.

Había una vez un niño que soñaba con ser una persona común y corriente en el futuro: andar vestido de lunes a viernes con traje de oficinista, caminar todos los días por las mismas calles camino a su trabajo, ir a buscar su auto al mismo estacionamiento e ir los 6 de cada mes a pagar las cuentas domésticas, después de ir al supermercado a hacer la compra del período.
Había una vez (2 meses después) un niño que hacía lo que realmente deseaba, salir a caminar bajo la lluvia, hablar con extraños en la calle, sonreír y reír casi siempre, bromear, bailar con movimientos extraños y romper la rutina (propia y ajena).