domingo, 28 de diciembre de 2008

brindis.


Un poco en la copa sin que caiga al mantel. Le falta algo de vino a la otra, pero ya no importa. Es la única chance que tengo. El salón está lleno de desconocidos y me molesta el humo proveniente de los que fuman próximos a mi. Suena de fondo esa melodía que tanto fascina a mis oídos, aunque esté fuera de contexto. Un poco de amor y ya está. Con cuidado y paciencia todo es posible, lo digo sustentado en mi breve y mínima experiencia. ¿Que qué estoy tratando de hacer? Tomó la suya, tomo la mía. Lo que todos siempre hacen, sólo buscar. Las graciosas y sagradas manifestaciones de admiración, luego silencio, y se alzan las copas hacia el centro. Miradas van y vienen. ¡Salud! Aquel instante fue la única oportunidad y al menos creo que logré derramarlo y fuiste capaz de darte cuenta. Todos queremos ser felices.